domingo, noviembre 26, 2006

lecturas nocturnas

Rosenmann Taub, David.
Cortejo y Epinicio.
Santiago: LOM, 2002.

Últimamente, inspirada por el spam literario, he estado leyendo por las noches la poesía de David Rosenmann Taub. Chileno y gran escritor. Es de esos con los que uno se pregunta qué libros habrán leído para lograr expresarse con tal maestría, de dónde proviene todo ese inmenso caudal de palabras que jamás se usan. Del descubrimiento de esos rastros y palabras antiguas parece surgir una energía nueva. Aquí va un poema de uno de sus primeros libros:

XXV

Ilumíname, labio, inúndame, desátame:
de púrpura es el canto, y el cálamo, de hiel.
Te saciará de zumos la jarra de mi pecho.

Inúndame: la fosa persevera sedienta
Desátame: mis brazos no son sino semillas.
La orgía de rubíes abarcará mi fuego.

Complétame y restaña, bocanada, en la estrofa
de azar, los vasallajes de eternidad frutal.
Eleva, para mí, tus huellas de fanales.

Abatido el centauro del ocaso, en agraz,
deribará el tendón qu emi asombro prefiere
Brizna de regocijo: mi carne no es mi carne.

Destrúyeme en el éxtasis, pantano de indelebles
gargantas o cadenas: definitiva sílaba.
Escanciaré del todo la maga medianoche.

Por crear hendeduras en el templo arrasado,
entre constelaciones zurcidas, cortezuela
de tu tronco de lepra, se parte el horizonte.

Ilumíname, labio: mi corazón gotea.
Los luctuosos renuevos trituran sin descanso
mis liturgias. Inúndame: las laderas vacilan.

Aluvión y prodigio, tus mieses me blasonan.
Es más púrpura el canto en el amanecer.
Desátame: mis brazos no son sino semillas.


más en http://www.davidrosenmann-taub.com/

A petición de la enamorada Mercedes 2

Señoritas y caballeros, aquí va el segundo poema de la serie de poemas amorosos. Ahora, uno menos complejo, pero no tanto, del mexicano Jaime Sabines, uno de los poetas que la enamorada Mercedes conoce. Parte de mi antología… quedan muchos, espero que les guste. V. B.


YO NO LO SÉ DE CIERTO...

Yo no lo sé de cierto, pero supongo
que una mujer y un hombre
algún día se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo en su corazón les dice que están solos,
solos sobre la tierra se penetran,
se van matando el uno al otro.

Todo se hace en silencio. Como
se hace la luz dentro del ojo.
El amor une cuerpos.
En silencio se van llenando el uno al otro.

Cualquier día despiertan, sobre brazos;
piensan entonces que lo saben todo.
Se ven desnudos y lo saben todo.

(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)

martes, noviembre 21, 2006

clásicos

Este año conocí a algunos pensadores clave para el siglo XX a través de IES y un grupo de gente que nos juntábamos los jueves a leer y aprender. Discutíamos en la reunión final qué temas podríamos explorar el próximo año. Y, cada vez lo confirmo más, me interesa conocer a los clásicos. Latinos y griegos, por cierto, de los que nonsé nada. Como la idea no prendió entre los presentes, empecé a leer por mí misma. Va el comentario sobre Ovidio.

a petición de la enamorada Mercedes

A partir de hoy, se postearán algunos poemas "a petición de la enamorada Mercedes ". El antologador es Víctor Berríos y la lista circula entre un grupo de gente amiga. Va con su introducción.

A petición de la enamorada Mercedes, quien cree que junto a la primavera llega para todos el amor, comenzarán a llegarles ciertos poemas amorosos que he antologado según mi arbitrario criterio: no se reciben quejas. Este pertenece a Jaime Huenún, chileno y de ascendencia mapuche, es raro pero bello. Disfrútenlo.


CEREMONIA DEL AMOR

Los árboles añoche amáronse indios: mañío e ulmo, pellín
e hualle, tineo e lingue nudo a nudo amáronse
amantísimos peumos
broncéaronse cortezas, coigües mucho

besáronse raíces e barbas e renuevos, hasta el amor despertar
delas aves ya arrulladas
pr las plumas de sus propios
mesmos amores trinantes.

Mesmamente los mugrones huincas
entierráronse amantes, e las aguas
cholas abrieron sus vertietes alumbrando, a sorbos
nombrándose, a solas e diciéndose: aguas buenas, aguas
lindas, ay pero violadas somos aguas Rahue,
plorosas Pilmaiquén, floridas e parteras e aún felices
los arroyos que atraviesan como liebres
los montes e los cerros.

E torcazos el mesmo amor pronto ayuntáronse
los inallao manantiales
verdes, las Huaiquipán bravías
mieles, los Llanquilef veloces
ojos, las Relequeo pechos
zorzales, las Huilitrato quillay
pelos tordos, los Paillamanque
raulíes nuevos.

Huilliche amor, anoche amaron más
a plena chola arboladura, a granado cielo indio perpetuo
amáronse,amontañados
como aguas potras e como anchimallén encendidos, al alba
oloroso amáronse
endulzandose el germen lo mesmo
que vasijas repletas de muday.