sábado, noviembre 05, 2005

Cabeza de Vaca

Alvar Núñez Cabeza de Vaca
Naufragios
Barcelona: Orbis + Origen, 1983.

Conocí a Cabeza de Vaca como primera lectura del curso Transculturaciones -del profesor Julio Ramos- durante el intercambio en UC Berkeley. Era interesante cómo el profesor planteaba el inicio de su curso desde este libro, porque en él, el colono vive un proceso inverso al del común de los españoles que venían a América: tras el naufragio de su barco y la muerte de la mayoría de sus compañeros, desde el total desamparo tiene que incorporarse al mundo y al sistema de vida indígenas para sobrevivir.

Y lo releí durante las vacaciones de septiembre.

Entre las cosas que me llamaron la atención las dos veces que lo leí:

1. La diversidad de pueblos, organizaciones y costumbres que iba encontrando a su paso.
2. La fuerza de los colonos españoles para abrirse camino en una tierra absolutamente desconocida.
3. La dificultad de la vida de los indios, el hambre, el frío y la relación de lucha y dependencia directa con la naturaleza.
4. El humor negro e irónico con que está escrito el libro, especialmente por cuanto el autor se ríe de sí mismo y de sus desventuras, a la vez que se gloria por haber sobrevivido al naufragio y a los 8 años vividos en medio de los indios, sin contacto con cristianos.
5. La improvisada transformación del protagonista en chamán para complacer a unos indios y las sanaciones que realiza luego, cuando comprueba que dan resultado.
6. El choque que experimenta al encontrarse con sus compatriotas en el norte de México. No lo reconocen, ni respetan tampoco a los miles de indios que con él vienen. De ahí, tomo el párrafo de uno de los capítulos finales:

"...Anduvimos mucha tierra, y toda la hallamos despoblada, porque los moradores de ella andaban huyendo por las sierras sin osar tener casas ni labrar, por miedo a los cristianos. Fue cosa de que tuvimos muy gran lástima, viendo la tierra muy fértil y muy hermosa y muy llena de aguas y de ríos, y ver los lugares despoblados y quemados, y la gente tan flaca y enferma, huida y escondida toda; y como no sembraban, con tanta hambre se mantenían con cortezas de árboles y raíces. De esta hambre a nosotros alcanzaba parte en todo este camino, porque mal nos podìan ellos proveeer estando tan desventurados que parescía que se querían morir. [...]Como los víamos tan atemorizados, sin osar parar en ninguna parte, y que ni querían ni podìan sembrar ni labrar la tierra, antes estaban determinados a dejarse morir, y que esto tenían por mejor que esperar y ser tratados con tanta crueldad como hasta allì." (Cabeza de Vaca, 147-148)

Mirar este artículo por si es interesante. Por Jorge Zavaleta Balarezo
http://www.letralia.com/120/articulo06.htm
Encontrado el 21 de abril de 2006

miércoles, noviembre 02, 2005

Jim Botón

Ende, Michael.
Jim Botón y Lucas el maquinista.
Barcelona: Noguer, 1962.


Es extraño releer los libros de la infancia. Se comprenden otras cosas con los años. Y a veces, de tanta comprensión, se hace más difícil ver la magia. Por que quizás, la magia de los adultos está en otras cosas. Aunque definitivamente, crecer es una renuncia a lo mágico, por lástima.

Me reencontré con Jim Botón en las estanterías de mi colegio, después de un paseo por la biblioteca. Por deformación profesional, las bibliotecas se han transformado en una predilección y una visita obligada. Otra de las cosas que comienzo a comprender de adulta, es la predilección de mi padre por ir a ver construcciones en obra en sus tiempos libres. Deformaciones profesionales...

Pero en fin, vamos a Lucas. He disfrutado leyendo el libro, pero ha significado una prueba de constancia. Es fácil y rápido de leer, pero -gracias a Dios!-ya no estoy para estas temáticas. Recordaba haberlo gozado realmente cuando niña (lo leí cerca de los 10 años, en un ejemplar de la biblioteca de Las Condes, de esos que había que leer rápido antes de que venciera el plazo!), pero ahora descubrí que no recordaba absolutamente nada.

De modo que tras las figuras de Jim y Lucas he tenido que recomponer la relación con su país-isla, Lummerland, la llegada del pequeño Jim, la amistad con el maquinista y el viaje que emprenden a China porque ya no tienen donde vivir en su propia isla. La copia del lenguaje chino es notable, así como ciertas imágenes del viaje.

Michael Ende es muy gracioso, impera un humor alemán, algo absurdo y bastante irónico, aunque en el fondo de la novela está siempre presente ese candor de creer en los héroes que es tan adorable y necesario, sobre todo en la literatura para jóvenes.

Me falta el último capítulo, pero creo que para mañana ya estará. Lo he leído sobre las micros: las personas de los asientos cercanos miran las ilustraciones con curiosidad. Por hoy, solo puedo decir que venía leyendo y se me pasó el paradero. Buena señal.

sábado, octubre 08, 2005

Chevallier, Ende, Kundera, Huneeus, Anónimo, A. Nónimo

Los ultimos leídos, de julio a octubre:

Chevallier, Brigitte. Como leer tomando notas.Buenos Aires: FCE, 1999.(1992)
Ende, Michael. Jim Botón y Lucas el maquinista. Barcelona: Noguer, 1962.
Kundera, Milan. El telón. Barcelona: Tusquets, 2005.
Cabeza de Vaca, Alvar Nuñez. Naufragios. Barcelona:Orbis + Origen, 1983.
Huneeus, Pablo. La Cultura Huachaca. Santiago: Nueva Generación, 1994.
Anónimo. Lazarillo de Tormes. Barcelona: Debolsillo, 2002.
A. Nónimo. Vocal Nº 6. Santiago: Esa editorial, 2005.

Ende, Chevallier, y A. Nónimo están inconclusos. Además leí El vestidito negro (Alguien McDonnell, editora de Vogue en USA), que le compré a la Isa como regalo de cumpleaños atrasado y Los cuentos de Pedro Urdemales recopilados por Ramón Laval en una edición preciosa de LOM que le regalé a Pablo Quezada.

Y!! me falta por comentar Elizabeth Costello, de JM Coetzee, que le presté a la Maureen y me sospecho que se lo llevó a Viena. Vuelve en enero.

sábado, julio 30, 2005

El lector. Bernhard Schlink

Uno más de los libros que compré en Buenos Aires, no sé si porque me gustó el título, o porque había leído la crítica o porque me confundí con la reseña de El último lector, de Piglia.
Probablemente sea eso.

Independiente del motivo, es una lectura que me encantó. Después de leer Sin destino, de Imre Kertesz -que muestra una mirada nueva del Holocausto, desde la perspectiva poco apasionada de un adolescente judío- este libro se transforma en complemento: la historia de la relación ente un niño y una mujer mayor, antigua guardiana de la SS durante la guerra.

Interesante esta forma adolescente de mirar. Creo que calza plenamente con el espíritu general de hoy: la actitud crítica y exploradora de quien comienza a comprender las cosas aunque sabe que no tiene toda la información. Además, calza con la gente que hoy está jubilada y le tocó pelear o vivr la juventud en la guerra.

En fin. Hoy, tras ir a conversar con al Sor Angela a Maipù, conseguí la versión en alemán. y todo por un comentario alpasar!! me encanta la modernidad de la SorAngela.


extracto que me mandó mi amigo felipe lagos:

"¿Por qué? ¿Por qué lo que fue hermoso, cuando miramos atrás, se nos vuelve
quebradizo al saber que ocultaba verdades amargas? ¿Por qué se oscurece el
recuerdo de unos años felices de matrimonio cuando nos enteramos de que el
otro tuvo un amante durante todo ese tiempo? ¿Acaso porque en semejante
situación no se puede ser feliz? Y, sin embargo, ¡éramos felices! A veces un
final doloroso hace que el recuerdo traicione la felicidad pasada. A lo
mejor es que la única felicidad verdadera es la que dura siempre. Porque
sólo puede tener un final doloroso lo que ya era doloroso de por sí, aunque
no fuéramos concientes de ello, aunque lo ignorásemos. Pero un dolor
inconsciente e ignorado ¿es dolor?"

El lector, Bernhard Schlink

domingo, julio 10, 2005

kawabata, pennac, perec, barylco, sontag, coetzee

Curioso comprobar que la ultima entrada es de mayo y estamos ya a mediados de julio .
fuerte, no?
pero más vale tarde que nunca.

Tras la estadía en Buenos Aires -donde compré- y la posterior semana en cama -en que leí- mi cantidad de páginas mentales aumentó bastante y tengo mucho por comentar. Acá va la lista de libros, en orden de lectura. Los últimos tres están aún en carpeta.

  1. Kawabata, Yasunari. Lo bello y lo triste.
  2. Pennac, Daniel. Como una novela.
  3. Sontag, Susan. Yo, etc.
  4. Barylco, Jaime. La revolución educativa.
  5. Coetzee, J. M. Elizabeth Costello.
  6. Martín Descalzo, José Luis. Vida y obra de Jesús de Nazareth
  7. Yourcenar, Marguerite. Cuentos orientales.
  8. Cómo escribir sobre uno mismo.
  9. Schlink, Bernard. El lector

Kawabata, Yasunari. Lo bello y lo triste.
La historia del tardío reencuentro entre un famoso escritor de Tokio y su antigua amante, una pintora que reside en Kioto junto a su joven discípula. Las relaciones entre la familia del escritor y la pareja de pintoras se cruzan y desembocan en un extraño final. Hermosas y sutiles descripciones del ambiente japonés.

Regalo de la Maureen, la Jesús y la Carola. Comencé antes de partir y no seguí, por lata y por que todo el mundo se lo leyó antes que yo en mi casa. Y lo agarré tras Baires hasta terminarlo. Bello y triste libro, no queda nada más que decir. Quedé con una angustia terrible en el final, porque los últimos capítulos presagiaban una mejora en el desenlace (que uno secretamente siempre espera) que por supuesto después no se produce. ¿Por que son así los japoneses? Nunca he visto ni leído nada alegre, todo es sutil y melancólico. Espero que sea por lo poco que conozco.


Pennac, Daniel. Como una novela.
Comprado el día previo y leído en el avión de ida y en el aeropuerto. Buenísima reflexión sobre la forma de desarrollar el gusto por la lectura. Debiera ser lectura obligatoria (ironía contra Pennac) para todo profesor de literatura.

Sontag, Susan. Yo, etc.
Son relatos, una publicación de fines de los 70. Yo pensé que era algo más reciente y cuando lo compré no me fijé. Leí los tres primeros:

  • "Proyecto de viaje a China", confundidor en la estructura, pero interesante, lleva a reflexionar sobre la cantida de gente distinta que vive en estados Unidos;
  • otro sobre una pareja de amigas en Nueva York (si mal no recuerdo) en que una termina en el suicidio;
  • "Espíritus Americanos" la vida de una mujer que de dueña de casa de suburbio pasa a ser prostituta en fuga. Con este me bastó para interrumpir la lectura. Me sentí físicamente asqueada por la sordidez del ambiente de motel carretero, en la descripción de la dureza de la vida americana, esa falta de arraigo en la que siempre se puede comenzar de nuevo y ser una persona distinta. Basta con cambiar de Estado.El sexo violento, descarnado, frío, esas vidas sucias, como de trailer... A pesar de que la mirada de Sontag es precisamente una crítica, el relato es tan irónico que uno no sabe donde poner pie. La protagonista,Laura Carichata , es una mujer que aprende a hacerse dura y a buscar su propia vida. La escena final es la de su funeral: la lloran, desconsoladamente, su ex marido, sus dos explotadores cafiches y su marido nuevo, un marino del que ella no se acuerda en la agonía. Y el final es alegre. Después de eso -y sumado a las crueles relaciones de Lo bello y lo triste -, tuve que cambiar a la sección de lecturas edificantes.
Una reflexión posterior: ayer comentaba estas lecturas con Rodrigo, un tipo que trabaja en la biblioteca. Le decía que lo que me había disgustado del relato de Sontag era la frialdad y dureza en la forma de abordar el sexo. Lo comparaba con la clásica literatura de prostíbulo del Boom Latinoamericano: Vargas Llosa, Donoso, García Márquez, ... a pesar de todo había cierta calidez en las relaciones entre clientes y putas en La Casa Verde, en Pantaleón y las vistadoras, en El lugar sin límites, en La Cándida Heréndira... Cosa que no había encontrado para nada en este texto.
Ahora veo que la oposición en este caso no es solo Norte/Sur, sino también (y más bien) hombre /mujer. Distinta la visión de la prostitución de autores hombres latinos que la de una mujer norteamericana. Obvio. Me reconcilio con el texto.

Barylco, Jaime
. La revolución educativa.
Después de las aventuras de Laura Carichata necesitaba leer algo claro, sensato, esperanzador. Comencé con La revolución educativa. Jaime Barylco fue un filósofo argentino, al parecer de origen judío. Genial, en las descripciones biográficas de Google dice que lo llamaban "filósofo de la calle" por su capacidad de acercar los temas filosóficos a cualquier público.
El libro es un ensayo, o una serie de reflexiones sobre lo que hay que hacer para lograr una educación efectiva. En suma, se trata de cortarla con las reformas buena onda y ponerle esfuerzo, disciplina y constancia a la enseñanza. Barre con todos los términos rebuscados de la jerga educativa y se permite lanzar bastantes conclusiones que llegan a ser graciosas de tan tajantes. Un placer para leer, fue terapeútico.
Otro libro que creo que debería ser lectura fija en las carreras de pedagogía.

sábado, mayo 14, 2005

capacitación BiblioCRA

Sábado 14 de mayo
Casa Central UC- Teleduc-Bibliocra


1a sesión: Programa

9:00 - 10:00 Apresto: Herramienta tecnológica
10:11:30 Bienvenida e introducción al curso.
11:30 a 12:00 Café
12:00 a 13:30 Distribución y revisión de materiales
Introducción y desafío
"Módulo O"
Cierre y despedida.

IMPORTANTE
www. teleduc.cl
fono: 800200055
fechas sesiones:
sesión 1: 14 de mayo
sesión 2: 18 de junio
sesión 3: 9 de julio
sesión 4: 6 de agosto (evaluación)
Proyecto final: 12 de agosto

Leer detenidamente
manual del estudiante
calendarios de estudio
CD
"Módulo O" y según calendario los otros.

jueves, mayo 12, 2005

Gabriela y la prosa

Mistral, Gabriela. 50 prosas en El Mercurio. 1921-1956. Floridor Pérez ed. Santiago: El Mercurio Aguilar, 2005.

Hace poco de más de una semana me llamó la Vivi para proponerme hacer una reseña para el Taller de Letras. A continuación recibí llamado de Lizama para exponerme el cuento.

A pesar del sufrimiento que implica escribir algo, he gozado leyendo a la Mistral. ¡¡Qué mujer!! Es tan extraña, tan única en su tipo, que comprendo la admiración y el rechazo que producía. Leer su prosa es como mascarn un turrón, no hay parte en que no aparezcan frutoscuerpos, texturas, sabores diferentes, rarezas, vuelcos que sacan el lenguaje de las expresiones habituales. ¿Habrá hablado así cuando se manejaba enla vida diaria? Creo que que, aunque no en forma tan exagerada, en parte ella debe haber sido así todo el tiempo.

Aun estoy en proceso de mejorar la reseña. La primera versión quedó no demasiado buena, un poco esquemática y falta de carne, es decir, como que no invita demasiado a leer efectivamente el libro. Pero ya vendrá algo bueno, por lo demás, me interesa esto de seguir en contacto con la vida académica.

14 de mayo

Recibí hoy un mail de Floridor Pérez, como respuesta a uno que le envié para que me mandara más información sobre el libro. Muy simpático y feliz de que hubiera interés por difundir el libro, me resolvió algunas de las preguntas y me dió datos para buscar las fichas en que se citan todas las publicaciones de Mistral en prosa. Muy poeta, me dio risa y gusto su entusiasmo.

jueves, abril 28, 2005

Errores Gastados, Lilus Kikus, Madame de Treymes, Lazarillo de Tormes, Enseñar a pensar para aprender mejor

Siglos que no escribo!!

Es tanto que ya ni recuerdo en qué he invertido los últimos tiempos de lectura. Pero trataré de ponerme al día:


Regalos:

Errores gastados, de Felipe Lagos. Nuevo miembro de la biblioteca, me regaló un ejemplar de su novela corta.

Compras:

Randomhouse-Mondadori tienen en liquidación bastantes títulos discontinuados en Falabella. Fui al Plaza Vespucio y compré:



Lilus Kikus, de Elena Poniatowska.[1954]

Precioso libro sobre las aventuras de una niña mexicana bien particular. Me gustó cómo toma el tema de la fantasía y la opinión tan latinoamaericana de adhesión y rechazo al mundo católico.

Me gustaron mucho los dibujos, lamentablemente no aparecía el autor en la información de contratapa. Me recordaron al tipo de dibujo de la Tracy Emin, esta artista británica obsesionada con su propia cama. De una ingenuidad, sutileza y fuerza que es extraño encontrar juntas. Se los mostré a la Luzma y extrañamente, reconoció de inmediato (a pesar de lo rebuscados y confusos que parecían) quién era Lilus Kikus y qué le pasaba en la historia.

Madame de Treymes, de Edith Wharton.[1907]

Excelente novela corta para llevar en la cartera. Sutil naración que revela las diferencias entre el pensamiento americano; sencillo y liberal y el francés, sofisticado y tradicional.

Me impresionó la manera de presentar esta oposición entre una cultura que tiene al individuo particular como centro, que intenta establecer su propio orden , versus otra en que es el grupo social el que está interesado en mantenerlo inalterado. de cierta forma, me sentí identificada con mi percepción de la sociedad chilena mientras estaba en Berkeley, sobre todo con la incomprensión de mis amigos gringos (o americanizados) ante los límites que yo misma me ponía en consideración con una familia yun grupo de amigos que se encontraban a miles de kilómtros de distancia.

Me parece que todo este tema, que venía apareciendo en mis pensamientos desde hace bastante tiempo, desembocó en el hilo conductor que elegí para mi tesis -la modestia como tensión entre el deseo de exhibir el yo personal y a la vez mantenerlo oculto para no perder el yo social-. Encontrarlo descrito en el libro de la Stabili (Stabili, María Rosaria. El sentimiento aristocrático. Elites chilenas frente al espejo (1860-1960). Trad. Paula Zaldívar. Santiago: Andrés Bello y Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 2003.) fue como volver a percibir la matrix desde los siglos, repitiéndose a lo largo y ancho de toda nuestra historia. A veces, he sentido envidia de la libertad personal en la cultura norteamericana. Pero nuestro sistema de redes sociales vinculadas en miles de sentidos da una seguridad y compañía que muchas veces vale la pena por sobre el individualismo descarnado.

Lazarillo de Tormes, Anónimo.[1554]

Buena edición crítica de bolsillo. Las tres B.

Además compré en la librería de la PUC un libro sobre estrategias para enseñar a pensar:

Beas, Josefina et al. Enseñar a pensar para aprender mejor. Santiago: PUC, 2000

He leído un par de capítulos, aunque es una lectura más práctica que placentera. Pero es un manual claro que señala las distintas formas de pensamiento en forma sistemática y propone formas de desarrollar las con alumnos universitarios. Me pregunto: ¿por qué no nos hicieron leer textos así de claros durante el año de Pedagogía? Filo, da para más reflexión. Al menos mi conclusión es que contra todas las teorías últimas, lo que uno necesita es un manual. Desde allí, se puede construir otra cosa de acuerdo a las experiencias.

domingo, abril 10, 2005

presentación y puerta

una vez dentro de la libreria, dude mucho entre un libro de david rosenmann-staub y el que finalmente compré: antología de la poesía chilena joven, de frnacisco véjar. a esarde que parecía valer más la pena el primero

martes, marzo 08, 2005

Kertész, Imre. Sin destino.

Kertész, Imre. Sin destino. Trad. Judith Xantus. Barcelona : Acantilado, 2002.

Regalo de Isa, Pilar y Elisa para mi cumpleaños 2004, aunque entregado en junio del mismo año. En un principio, este libro me pareció un exceso, a pesar de lo precioso de la edición y de la la preocupación de mis amigas por mantenerme al día con los premios Nobel (parece que estoy dedicada a eso últimamente!) principalmente porque la mezcla de autor húngaro, tema del Holocausto y título desesperanzador me pareció demasiado poco alegre para una poco alegre época del año 2004.

Ahora lo retomé, al menos para tener una opinión. Y ciertamente, a pesar de todo lo anterior, es un libro interesante de leer. La mirada de adolescente del narrador, su perspectiva ajustada a una realidad casi "objetiva" y el optimismo que transmite a pesar de los trágicos acontecimientos que describe permiten armarse un panorama de la vida en los campos de concentración un poco más distante de los clásicos documentales y relatos sobre el tema. Me he acordado mucho de la M. José Navia y su tesis sobre la infancia en Peri- Rossi: hay una mirada ingenua y libre de juicios hechos en la mirada de este joven que desestabiliaza y hace aun más patentes los crímenes y el orden propios de los campos de concentración. Es impresionante, por ejemplo, percibir cómo el protagonista se inclina más por la admiración hacia los soldados alemanes y el pueblo alemán en general que ante sus propios compañeros judíos. Al parecer, desde su prisma, el tema del judaísmo era menos fuerte que su identificación con la patria húngara, por ejemplo.

Otro tema con el que he gozado es entender las alusiones a los distintos campos y a la geografía alemana, junto con todas las expresiones en alemán o jiddish, que igual logro comprender sin traducción. Eso es grato. Me parece como si al leer se me fuesen armando la películas mentales de los campos de concentración, como si yo hubiese estado ahí. Y eso, relacionándolo con el libro de Michel Petit es justamente lo que logra la lectura. Es entonces cuando agradezco las dos y más horas de micro diarias. ¿Quién dispone de dos horas al día dedicadas a la lectura de cualquier cosa? A pesar de la lejanía, es una gran ventaja.

seis piezas fáciles (y el gran trabajo que significan)

Feynmann, Richard. Six easy pieces. Essentials of Physics Explained by Its Most Brilliant Teacher.Helix Books, 1995.

Empecé a leer este libro que me prestó J.P. para que ampliara mi mente. El primer capítulo es bien sencillo, así que hasta ahora, no hay problema. Pero debo reconocer que lo que más me ha servido del libro no es -lógicamente- la física, sino el empeño en enseñar la materia y en abrir las posibilidades de comprender el mundo que motivaban a Feynmann a hacer las clases. Leer la introducción fue de por sí un ejemplo de honestidad, es uno de esos textos que si bien son una alabanza al autor que prologan, también son lo bastante sinceros como para reconocer sus fallas y hacerlo, por lo mismo, más honesto y creíble.

Cuando vaya en el segundo capítulo hablaré más de la física, por ahora, celebro el entusiasmo norteamericano, el esfuerzo por la difusión a un nivel más general y a la vez, la cantidad de trabajo bien pensado que se adivina tras la elaboración de un proyecto como las lectures del Premio Nobel.

lunes, febrero 28, 2005

...tanto la quería,
que, tardé, en aprender
a olvidarla, diecinueve días
y quinientas noches.

Que estúpido es mirar fotos para echarle sal a las heridas, no? Acabo de recorrer mi archivo digital y no es divertido. No se pasan tan rápido las cosas; a pesar de la claridad mental, el registro en las fibras del corazón (y del cuerpo!) es más fuerte que todas las buenas razones.

domingo, febrero 27, 2005

Pip y Estella

Dickens, Charles. Grandes esperanzas. Trad. Jonio González.
Barcelona: Plaza & Janés, 1998.

Esto de usar los libros como pretexto para escribir cualquier cosa facilita el registro de la vida que siempre me ha obsesionado. De alguna forma, escribir es una forma de atrapar el tiempo que se va como el agua entre los dedos. O al menos la ilusión de eso.

Comencé a leer este libro porque lo encontré en la repisa de una amiga el mismo día en que por décima vez pescaba en el cable el final de la película. Es de esas que siempre alcanzo a agarrar cuando los sucesos ya van hacia el final de la trama. No sé por qué, siempre me tocaba la escena del viejo presidiario revelando la verdad al pobre Pip. Luego su muerte en el metro. Y me perdía el inicio!

En verdad, es un libro que he disfrutado. Más que nada, porque su lectura me ha permitido re-conocer una realidad por la que pasé tangencialmente, pero que me marcó en lo profundo. En segundo lugar, porque con el inicio de la vida laboral, la lectura ha tomado un cariz nuevo.

Debo reconocer que mientras estudié Letras, leí poco. Es decir, no leí más que lo que debía y algunas cosas escamoteadas en los minutos en que debiera haber estado terminando algún ensayo, con el pretexto de "tomar ideas" para seguir escribiendo. Bastante poesía leí así. Y ahora, que ya no tengo que escribir nada cuando llego a mi casa. . . he descubierto nuevamente el placer de leer sin analizar más de lo que me viene a la mente. Gracias a Dios, eso sí, mi mente adaptó el formateo letrado y ahora es batante más ágil en la captación de significado y ese tipo de peripecias.

Fue un gusto leer una novela clásica -con principio, medio y fin (al fin!)- y gozar el vocabulario, la ironía de Dickens y el final feliz que tanto se agradece en este mundo en que por llevar la contra a Holliwood todos los alternativos optan por finales suicidas.

Así con Mr. Pip y Estella.

Aparte, en un rincón de mi fantasiosa cabeza mantengo grandes esperanzas. Eso también responde a inicio de esta lectura.

jueves, febrero 24, 2005

perspectivas

Alliende, Felipe y Mabel Condemarín. La lectura: teoría, evaluación y desarrollo. Santiago: Andrés Bello, 2000 [1982].

leo la introducción y creo que las teorías que se aplican ya no son validas. y veo enla propia escritura del libro como les llevamos el amén a los teóricos de turno, considerandolos como autoridad y como no ponemos en discusión las ideas que se debaten en los textos. Claramente, seguimos adoptando las modas sin pensar... ¿Me interesaría seguir estudiando este tema, como el curso de Literacy through Literature que hice en Berkeley? Es un línea interesante. creo que vale la pena desarrollar paralelamente el tema teórico y el tema práctico...Como los autores de este libro, ciertamente.